Luis TudancaPueden leerse como síntoma una diversidad de situaciones cotidianas donde el énfasis en lo que se subraya revela siempre el peso de la ideología: la manera en que se relatan las noticias en los medios, los análisis de las guerras, de la violencia casera, los avances de la ciencia, etc. Siempre se trata de un detalle, de un desliz. Pero hay otra perspectiva aún a tratar en la dimensión de síntoma de la ideología: el síntoma ideológico es goce y por lo tanto todo mensaje ideológico lo incluye. Este es un síntoma más silencioso, que no necesita de irrupción sino de complicidad muda para existir. No se trata de un agujero en lo social que muestra la falla estructural de la sociedad, sino de lo que sí funciona ininterrumpidamente y constituye al sistema social como tal. Se resume así: para todos la satisfacción total. Se aspira a eso y eso fracasa. Y la sociedad contemporánea provee a través de los objetos tecnológicos, los gadgets, una promesa de felicidad sostenida en el plus de goce. |