Guillermo A. Belaga
90 páginas.
La política del síntoma que sostenemos es la expresión de lo más singular del sujeto. Solo a partir del mismo hay conexión y constitución, para alguien, de un lugar en lo social.
Esto implica formular un programa de trabajo que debata con la biopolítica orientado por los siguientes puntos:
- demostrar que no se puede reducir la lógica del síntoma a un trastorno;
- señalar que más allá de su envoltura formal y de la resolución del sufrimiento, queda un "resto" irreductible;
- reafirmar en este irreductible lo singular del síntoma, más allá de una clasificación psicopatológica;
- subrayar que justamente es teniendo en cuenta lo irreductible del síntoma que se podrá conceptualizar un lazo social verdadero. Es decir, ya no el vínculo social desde "identificaciones" adaptativas y/o desde una "normalización";
- definir por tanto al lazo social como discurso, a partir de que se constituye desde un punto de real que no se inscribe en el Otro.
- señalar que siempre hay una clínica bajo transferencia, destacando el lugar del analista en la construcción del caso, y como parte del caso.
Se tratará en definitiva de argumentar desde la práctica, de qué manera el psicoanálisis es una herramienta fundamental frente a algunos imperativos universales de la "salud mental".
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