Jacques-Alain Miller, Samuel Basz, Graciela Brodsky, Luis Erneta, Leonardo Gorostiza, Mauricio Tarrab, Mónica Torres.El último Lacan constituye un reto, aun para los lectores más especializados. El núcleo de la dificultad está dado, no sólo por la complejidad de los conceptos, sino por la manera en que debe uno situarse para abordarlos. A modo de ejemplo, mencionamos algunas de las dificultades que tan claramente enuncia Jacques-Alain Miller en sus clases: ¿qué se enseña realmente, qué se sabe? No tanto lo que el pensamiento lógico recorre, no lo deducible; tal vez sólo los recodos de las deducciones; las piezas sueltas enseñan logrando una unidad propia. Se debe admitir, desesperanzadamente, el fracaso del pensamiento, y a la vez, al pensamiento aun cuando falla, como pensamiento del cuerpo. Debe aceptarse la debilidad y su exploración sin pretender superarla. Debe uno resignarse a bajar las pretensiones para entender algo. En el último Lacan poco queda de la odisea que prometía una ciencia tras los estandartes de la lingüística. La relación con la lengua es aquella cámara de ecos ininteligibles, una serie de disonancias, lo traumático.Del Prólogo de Flory Kruger |
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