Luis Tudanca |
112 páginas Los caracteres que aparecen en la tapa del presente libro expresan dos maneras de nombrar la política para los chinos La primera indica actividad. El lector encontrará desarrollado este aspecto a partir de lo que llamo la acción política propiamente dicha, acompañada o no, según la ocasión, el momento oportuno, de lo impolítico, acción política también pero de una eficacia indirecta. En proporciones variables una no es sin la otra. Las lecturas que esa relación imposible permiten delinear abarcan sucesivamente temas de actualidad: la diferencia entre cultura y civilización, el racismo, la biopolítica, la evaluación, la izquierda y la derecha, etc. Como quien escribe es un practicante del psicoanálisis formado en la orientación lacaniana, el abordaje de todos esos temas va de la prudencia a la cautela. De allí que proponga leer el síntoma tal cual se presenta en lo social. La segunda manera de nombrar la política para los chinos indica estudio. Así como la filosofía política hace uso de los significantes lacanianos, nosotros usamos los significantes de la filosofía política en el punto que permiten volver a interrogar nuestra política. ¿Solo eso? No, la lectura que podamos hacer de lo social no elude la interpretación. Pero ésta la pensamos suficientemente alejada del sentido y en el límite, apuntando al fuera de sentido. Me autorizo a sostener una hipótesis: lo impolítico y la acción política, así como los encontramos en Spinoza y otros autores, hacen borde con el pensamiento letrado chino y permiten una mejor subjetivación de la lógica no-todo que es la que compete al psicoanálisis. Es allí que el sabio chino, el santo de Baltazar Gracián, y el psicoanalista lacaniano constituyen una vecindad. |
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